Por Cheff Guille Segal
Almorzás todos los días en el mismo comedor. Es un comedor raro, que tiene un solo plato: humus. Todos los días. Solo, así, sin aceite de oliva, salsa picante, perejil, nada. Humus. Lo comés durante varios años, con resignación.
Cuando cambiaron el plato anterior por humus, muchos se fueron a almorzar a otro comedor. Otros se quedaron. Algunos porque en ese comedor seguían almorzando sus amigos. Otros se hubieran querido ir a otro comedor, pero no les alcanzaba la plata.
Un día, echan al cocinero, traen otro, y cambian el plato del día a burekas de queso.
Al principio las comés con desconfianza. Después de un tiempo, ves que no están tan mal. Algunas son mejores, otras más feas, a algunas claramente les falta un poco de cocción. A veces te gustaría que al menos salga una tanda para los que nos gustan de papa. Pero en general, más o menos son ricas. De hecho, muchos de los que se habían ido al otro comedor volvieron cuando supieron de las burekas.
En el comedor pasan cosas muy graciosas. Hay fanáticos -mal- de las burekas. Hay otros que las odian. Cuando se cruzan, se arman discusiones grosas sobre cualquier tema: si son mejores las de queso o las de espinacas, si la masa tiene que ser de hojaldre o filo, si son mejores en forma de triángulo o en forma de beígale.
Hay otro grupito que las burekas les parecen bien, pero están indignados con la forma del cierre. Pero indignados. In-dig-na-dos.
Y así, como quien no quiere la cosa, morfás burekas de queso por 12 años. En el último tiempo, los mismos que estaban indignados por la forma del cierre, ahora también están que explotan porque día por medio la cocinera sale un toque de la cocina y te cuenta cómo hace las burekas. “Ahora les estamos poniendo aceitunas” dice, en medio del salón, un poco a los gritos. Y se vuelve a meter en la cocina.
Los del comedor ya avisaron que no le van a renovar el contrato. Y ahora, los que almorzamos en el comedor, tenemos que elegir entre dos cocineros nuevos.
Uno lo propuso la cocinera saliente. Es un tipo que va a seguir con las burekas de queso, pero sabés que le va a terminar poniendo pasas de uva al relleno, y azúcar arriba.
El otro, quiere cambiar las burekas por “fried stuffed pastry”. Unas burekas más cool, que vienen presentadas en un plato de colores, y que se ven bien horneaditas y brillosas.
Pero que cuando las mordés, están rellenas de humus. Simplemente humus.
Y ya que de humus hablamos, vamos con un plato de garbanzos con verduras con un toque especial en sabor, porque incluir en nuestra dieta las legumbres, no es de locos, hay que alimentarse bien, incluso cuando hacemos dieta para adelgazar y las legumbres debemos incluirlas. Ya sabemos que a los más jóvenes no les tientan las lentejas pero qué decís de unos garbanzos que además, llevan un toque de especias marroquíes y hará que te sientas como si los estuvieras comiendo allí...bueno, eso quizás no, pero su sabor sí que te gustará aunque lleven verduras, pruébenlo.
Ingredientes para 2: • 2 cucharadas de aceite de oliva • 1 cebolla finamente picada • 2 dientes de ajo, finamente picados • 1/2 cucharita chile picado • 1 cucharadita de baharat • Sal y pimienta al gusto • 1/2 taza de pasta de tomate • 2 tazas de hojas de espinaca, toscamente picada • 400 g. garbanzos, enjuagados y escurridos • El jugo de medio limón • 1 puñado de hojas de cilantro para adornar
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Para servir (opcional) con pan Turco y una cucharadita de yogur
Elaboración: • Calentar el aceite en una sartén grande a fuego medio.
• Cocinar la cebolla, el ajo y el chile durante unos 5 minutos hasta que estén blandos.
• Añadir el baharat. Mezclar bien. Añadir la pasta de tomate. Cocinar 1 minuto. Añadir las espinacas y garbanzos. Cocinar, remueva ocasionalmente hasta que la espinaca se ha ablandado (alrededor de 3 a 4 minutos).
• Retirar del fuego. Agregar el jugo de limón.
• Sazonar con sal y pimienta. Adornar con cilantro. • Servir caliente con pan turco y una cucharada de yogur para acompaña al que le guste.
Bueno queridos amigos, solo me resta desearles un muy feliz año para este 2016 que acaba de comenzar. Que sea con muchas alegrías y cosas ricas. Y los que necesiten cambios, que se les realicen. Buen provecho.
Receta publicada en PL76 - Enero/Febrero 2016