top of page
Publicar: Blog2_Post

Publicidad

  • Foto del escritorPiedra Libre

Rabino Birnbaum: "Me sigue sorprendiendo cómo los judíos se esfuerzan para mantener su identidad"

Actualizado: 24 ago 2020

Texto: Jana Beris / Fotos: gentilieza Eliahu Birnbaum


El Rabino Eliahu Birnbaum (57), uruguayo e israelí, fundó y dirige el Instituto “Amiel” que prepara a rabinos ortodoxos modernos, pero dedica gran parte de su tiempo a “Shavei Israel”, la organización

que busca comunidades judías alejadas y dispersas. Asimismo es Dayan, Juez en un Tribunal Rabínico de Conversiones, del Rabinato Central de Israel. Entre sus viajes y travesías, halló tiempo para responder a nuestras preguntas.


El Rabino Birnbaum en Kurdistán.
El Rabino Birnbaum en Kurdistán.

Eliahu, te entrevisté por primera vez hace algo más de un año sobre tu búsqueda de comunidades judías en lugares alejados y exóticos y me imagino que también en el año transcurrido desde entonces has estado acumulando un mundo de experiencias… porque has seguido viajando ¿verdad?

Gracias por el interés de volver a entrevistarme y claro que sigo viajando, y mucho. Sin duda esta entrevista no será como la anterior, pero no sólo porque yo, con un año más, ya no soy el mismo, sino porque intento aprender de todos mis viajes, estudios y experiencias. En segundo lugar, tampoco el mundo judío es el mismo, está en constante movimiento. El mundo judío es sumamente dinámico, sea por cambios internos o por influencias externas, como ser la globalización, el antisemitismo y otros factores.

Recuerdo que muy poco después de la entrevista anterior, me contaste que estabas por viajar a Kurdistán. Un rabino uruguayo israelí, llega a Irak. ¿Para qué?

La visita a Kurdistán en el norte de Israel fue apasionante. Como siempre, viajo para investigar la comunidad judía, la historia judía o para descubrir judíos ocultos. En este caso, fui invitado por el Ministro de Religión de Kurdistán con el objetivo de que asesore a su gobierno acerca de cómo renovar la vida judía en su región.

Increíble...

Así es. Tenemos que recordar que en Kurdistán vivían más de 100.000 judíos hasta los años 50. Cuando comenzó el régimen militar, la mayoría de los judíos se fue del país y aquellos que quedaron ocultaron su judaísmo y se convirtieron al Islam. Durante el régimen de Saddam Hussein, realmente no era posible ser judío en Irak en forma abierta.

Se puede asegurar que hoy no queda ningún rastro de judaísmo en Kurdistán. Estuve tres días viajando a lo largo y ancho del país y no queda una sinagoga de las centenares que había, no queda un cementerio judío. En realidad, no queda ni un judío. Pero sí quedaron lo que yo llamo “almas judías”, o sea personas que mantuvieron el judaísmo en su corazón, en su familia, y que no perdieron su identidad judía a pesar de visitar cada viernes la mezquita.

Varias personas de origen judío se enteraron que un rabino está visitando Kurdistán tras decenas de años sin que llegue ningún rabino al lugar. Una noche se reunieron en una casa varias decenas de personas y todas querían escuchar más de judaísmo. Algunos me dijeron “Rabino, queremos dejar a Mahoma y regresar a Moisés. ¿Cómo hacemos?”. Otros decían “me siento judío en mi corazón”...Como imaginarás, fue un encuentro muy emocionante.

Me imagino que habrás vuelto con muchas anécdotas.

Sin duda. Te cuento una de varias. Evidentemente no entré a Kurdistán con mi pasaporte israelí sino con mi pasaporte uruguayo. El tema es que con el pasaporte uruguayo se necesita visa. Según lo acordado de antemano con el Ministerio de Religión que me había invitado, me debían dar la visa al llegar al aeropuerto. Pero como llegué a las 4 de la mañana, no querían despertar al ministro a esa hora para pedir su autorización y de hecho tuve que quedarme estancado en el aeropuerto varias horas antes que se arregló todo y pude entrar al país.

¿Qué sabemos de comunidades judías en otros países árabes o musulmanes?

He tenido la oportunidad de visitar varios países musulmanes donde hay o había comunidades judías. En dos ocasiones estuve en Egipto, en Túnez, así como también en Jordania y Kazakhstan, Marruecos y Kurdistán. El encuentro entre el judaísmo y el Islam, entre la cultura mosaica y la cultura de Mahoma, es a mi criterio realmente fascinante. Claro que tiene su faceta problemática porque en varios lugares, por mi larga barba, pensaron que yo era un extremista musulmán.

la mayoría de estos países musulmanes ya casi no quedan judíos. En Egipto hay en Alejandría y El Cairo no más de 40 judíos. En Túnez hay solamente 100 en la capital y aún está la legendaria comunidad en la isla de Jerba de ese país, en la que viven 1500 judíos en solamente un km2, con 12 sinagogas activas. Allí pasé un shabat que fue de los más hermosos de mi vida. Y claro que con la mejor comida. La mayor parte de los judíos de estos y otros países árabes, se fueron entre los años 1948 y 1956. En el 48, recordemos, fue la Guerra de Independencia de Israel, y los judíos en los países árabes corrieron peligro físico claro.

En muchísimos casos se tuvieron que ir porque eran amenazados de muerte o directamente expulsados. Eliahu ¿el peligro a la supervivencia de una comunidad se debe más que nada a un entorno hostil o a un alejamiento de la tradición, a un aislamiento que le dificulta cumplir con sus costumbres?

Esta es la pregunta del millón. ¿Por qué el pueblo de Israel se aleja del judaísmo y de su propia identidad? ¿Cómo mantener el futuro del pueblo judío?

La verdadera desjudaización no se evalúa solamente por el factor de casamientos mixtos sino por la pérdida de la identidad propia y la adopción de valores ajenos al pueblo judío. La vivencia del pueblo judío en la diáspora es realmente difícil y es un desafío. Somos siempre una minoría dentro de una gran mayoría y así debemos mantener lo nuestro, lo propio, lo que nos caracterizó como judíos y nos define como tales hasta hoy en día. El gran desafío es que a pesar de que no vivimos en una isla separada y en un Arca de Noé sino que somos parte de las sociedades gentiles, de las culturas y la vida en los diferentes países en los que nacimos o vivimos, tenemos que encontrar el significado y la vigencia del judaísmo que permitan nuestra identificación y la de nuestras futuras generaciones, con el judaísmo.

Después de tantos viajes y encuentros en diferentes partes del globo con todo tipo de judíos ¿hay algo que todavía te sorprende?

Sí, me sigue sorprendiendo cómo los judíos se esfuerzan por mantener su identidad y su judaísmo. A veces visito lugares donde hay un judío perdido por la selva amazónica, un lugar en el que ya no existe una comunidad judía y judaísmo organizado, pero al encontrar allí a un judío, veo con qué apego y voluntad hace todo lo posible para vivir como judío. Hace algunos años visité un lugar remoto en la selva amazónica y encontré un judío que me llevó de la mano a visitar una sinagoga que él había construido con gran orgullo en el jardín de su casa. Cuando le pregunté quién reza en esa sinagoga me respondió: “sólo yo”. Este judío había construido una sinagoga para una sola persona, para él mismo, para mantener su judaísmo en la selva. Claro que podría contarte decenas y centenares de cuentos similares que me confirman la fuerza del sentimiento judío.


En la feria en la India.
En la feria en la India.

¿Y hay algo que tú, siendo rabino, un judío religioso, has aprendido de esos judíos alejados?

Sí, claro que sí. Continúo aprendiendo y pensando constantemente. De lo contrario, sería una persona muerta. Lo interesante en mis viajes es que realmente me llevan a pensar y estudiar cada vez más.

Uno de los temas que aprendo en mis encuentros es la necesidad de hallar caminos y fórmulas creativas para mantener el judaísmo. El judaísmo es sin duda una tradición histórica y eterna con miles de años de antigüedad y un futuro eterno, pero el mundo es cambiante y está en movimiento. Debemos encontrar el mensaje auténtico pero significativo para mantener el judaísmo contemporáneo. Se debe pensar en forma creativa para continuar la vida comunitaria. Los sistemas del pasado no siempre son adecuados al presente, las estructuras comunitarias deben adaptarse a la realidad moderna y así también la educación y aún la identidad judía. En diferentes comunidades encuentro ese afán de sobrevivencia y adaptación que son en realidad el secreto de la existencia del judaísmo.

Además de encontrar judíos en lugares distintos, imagino que tus viajes también son una oportunidad para encuentros con grupos diversos de no judíos... ¿Es así?¿Acercas el conocimiento del judaísmo a otros pueblos y religiones?

Claro que en mis viajes tengo encuentros no sólo con judíos sino con hombres de fe en general, representantes de otras religiones, y también con gente no creyente. Eso es apasionante. Un encuentro personal es una verdadera travesía. Uno aprende a comprender a otras personas y otras religiones en su propio medio ambiente. No es lo mismo tener un encuentro con un budista en Facebook que sentarse con él a tomar té en Pushkar en la India.

En mis viajes me reúno formal e informalmente con católicos, protestantes, evangelistas, musulmanes, hindúes, budistas y judíos. Cada uno aporta una revelación diferente e interesante sobre la presencia divina en el universo y los diferentes caminos de comunicarse con Dios.

Que sigas pues enriqueciéndote con estas vivencias. Muchas gracias por tu tiempo.

A ti Jana.


 

PELIGROS Y ENCANTOS

¿Cuál ha sido el lugar más peligroso en el que has estado en este último año?

Sin duda el más peligroso fue Kurdistán, a pesar de que estaba protegido por soldados ocultos con armas. Pero estaba a 50 km. de Damasco y de lugares en los que el Estado Islámico, Daesh, tiene sus milicias. Aún así estoy programando un viaje a un país que es mucho más peligroso, pero por motivos obvios no puedo dar todavía información. Si regreso bien, con gusto podremos hacer otra entrevista.

Dalo por descontado. Te preguntaba por el lugar más peligroso y ahora... ¿Cuál fue el más interesante?

Sinceramente no podría dar un ejemplo concreto. Para mí el mundo en general y el mundo judío en particular, es un gran arco iris. Cada comunidad tiene su particularidad, cada paisaje su color, cada judío aporta al mundo algo especial y todos juntos conforman el paisaje más bonito. En mis viajes me encanta ver las diferencias entre países y comunidades. Un día, visitar una comunidad en India y otro día, una comunidad en Guatemala, visitar a nuestros hermanos en Etiopía y luego a nuestros hermanos perdidos en Polonia, que están regresando al judaísmo. Lo más bonito para mí es justamente ese poder hallar las diferencias entre las comunidades y personas que componen la gran sinfonía del pueblo judío.

 

Entrevista publicada en PL81 - Noviembre/Diciembre 2016

8 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page