Desgarrador encuentro. El impactante testimonio del Dr. Ricardo Nachman, director del área de medicina clínico forense y coordinador nacional de medicina forense por parte del Ministerio de Salud de Israel.
El fatídico sábado 7 de octubre fue un horror que no puede borrarse de la memoria colectiva. Nos sumergimos en un encuentro por zoom con el Dr. Ricardo Nachman, médico forense en Israel cuya voz continúa resonando desde su hogar, tratando de explicar lo incomprensible.
Quiero volcar en palabras la intensidad, lo inexplicable, lo fuerte de esa experiencia, lo que compartimos con él, el pasado martes 21 de noviembre, durante una hora, con presencia de personas de diferentes partes del mundo: Alemania, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Estados Unidos, Israel, México, Paraguay, Suiza, Uruguay.
"Estoy curtido en el trabajo, 28 años en esta profesión, pero lo que presencié este mes... nunca imaginé que podría experimentarlo en mi vida", confesó el Dr. Ricardo Nachman, con su voz entrecortada revelando el peso de lo visto, de lo que vive día a día, trabajando de sol a sol.
Este encuentro debe ser un llamado a la reflexión. No podemos ignorar el horror, ni permitir que se diluya en el olvido. Debemos comprender la magnitud de lo sucedido, abrir los ojos ante semejante brutalidad.
Estas palabras no son sólo un relato, son un eco de la tragedia, una alerta para aquellos que prefieren mantenerse ajenos. Es crucial enfrentar la verdad, por más dolorosa que sea.
El Dr. Ricardo Nachman, un hombre cuyo corazón y experiencia han atravesado fronteras, nació en Rio Negro, Argentina, y su camino se tejió entre países, llevándolo desde Rosario hasta Israel, donde su vida se dedicó a una profesión marcada por lo difícil y la realidad más cruda.
Inmerso en la Medicina Forense, su carrera lo posicionó como vicedirector del único Instituto de Medicina Forense en Israel y actualmente es el Director del área de medicina clínico forense y coordinador nacional de medicina forense por parte del Ministerio de Salud.
Participó en misiones de identificación en desastres de gran magnitud: desde el devastador tsunami en Tailandia en 2004 hasta el terremoto de Haití en 2010, la caída del helicóptero en Rumania en el mismo año, y el retorno de Golwasser y Reguev en 2008. En estas situaciones, tuvo que enfrentar la realidad brutal de identificar cuerpos mutilados, amputados, una tarea que desgarra el alma.
Pero incluso para un hombre curtido en el horror, la masacre del sábado 7 de octubre trajo consigo un nivel de crueldad inimaginable. Con enojo en sus palabras, dolor y su voz entrecortada, los relatos son estremecedores: “cuerpos desgarrados por disparos a quemarropa, desfigurados por el fuego, cuerpos unidos por cables, quemados juntos, una pesadilla que convirtió la identificación en una tarea desgarradora y compleja, niños, adolescentes, jóvenes, adultos, ancianos decapitados, incinerados, masacrados, violados, sobrevivientes del Holocausto, mujeres embarazadas y la lista es inabarcable”, describió.
El Dr. Nachman intentó explicar la ira de estos monstruos con palabras para describir “lo satánico del ataque”, la manera en que vidas inocentes fueron arrebatadas, convirtiéndose en la evidencia atroz de un mal insondable.
Fotos: cedidas por el entrevistado, Dr. Ricardo Nachman.
“El fatídico día comenzó con la serenidad típica de un sábado en mi casa, disfrutando de la compañía de mi familia: mi esposa y dos de mis cuatro hijos. Sin embargo, esa calma se vio abruptamente interrumpida por el sonido de la sirena. En Israel, las alarmas por ataques desde la Franja de Gaza son lamentablemente algo que muchos escuchan, conviven más de lo que uno se imagina, pero esta vez fue diferente, fue algo indescriptible”, contó aún sorprendido.
“La invasión al territorio israelí y el terror desatado en los kibutzim y en la fiesta de la naturaleza, fue como sumergirse en una película de terror”, Nachman se estremece al recordarlo.
En este escenario desgarrador, el Dr. Ricardo Nachman se encuentra inmerso en la labor de identificar víctimas civiles y soldados, reconstruyendo cuerpos destrozados y participando en el proceso de identificación.
La indignación y el dolor se reflejan en su voz al hablar de los terroristas de Hamas, a los que ni siquiera se puede llamar animales. “Lo que ocurrió es monstruoso, desafiando toda comprensión humana”, enfatizó.
La dualidad entre su rol profesional y su ser como persona es un desafío abrumador. Como capitán de una unidad especial de identificación, debe separar la objetividad del deber de unirse al sufrimiento de su pueblo. Su esposa, experta en ADN, también colabora en el proceso de identificación, aportando su conocimiento para ayudar en este devastador escenario.
¿Cómo desconecta un ser humano en medio de tal tragedia? ¿Cómo libera esa carga insoportable? Estas preguntas revelan la complejidad emocional y mental que enfrenta, siendo un humano que también siente y sufre junto a su comunidad.
En la intimidad, en los momentos de descanso, seguramente afloran las emociones contenidas, liberando la angustia acumulada. El Dr. Ricardo Nachman es un ejemplo de valentía y resistencia, pero también un recordatorio de la fragilidad de la humanidad frente a tal barbarie.
Es hora de tomar conciencia de semejante masacre, de despertar. No podemos ignorar la crueldad, la brutalidad. No podemos permitir que esto se repita. Es hora de abrir los ojos. Es nuestro deber unirnos para forjar un mundo donde la brutalidad no tiene cabida.
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